El técnico apicultor José Caballero advirtió en entrevista con el canal GEN sobre los riesgos que implican los intentos no controlados de erradicar colmenas y sobre la importancia de preservar a estos insectos.
“Siempre recomendamos priorizar la seguridad y el conocimiento. No podemos tratar a las abejas como plagas. Son insectos útiles, fundamentales en la producción de alimentos. Lo ideal sería prevenir, evaluar el lugar donde se encuentra el panal y actuar con técnica”, señaló.
Caballero explicó que la reubicación de colmenas requiere equipos de protección y herramientas específicas, además de una estrategia adecuada para extraer la colmena sin dañar a los insectos ni poner en peligro a las personas.
“Utilizamos un procedimiento llamado trasiego. Así se puede capturar y trasladar la colmena de forma segura a un sitio amigable, donde las abejas puedan seguir su rol natural”, explicó. Indicó que la intervención debe hacerse antes de realizar podas o trabajos estructurales en techos, muros o árboles, donde suelen instalarse los panales.
El especialista advirtió que quemar panales es una práctica riesgosa, y además recordó la vigencia de la ley 665/77, que protege a los animales útiles. “Las abejas no atacan si no se las molesta. Solo actúan en defensa. Quemarlas es una medida extrema, peligrosa e innecesaria”, enfatizó.
En otro momento, Caballero explicó que, aunque a simple vista puedan parecer similares, abejas y avispas presentan diferencias notables. Las abejas son más robustas, peludas y tranquilas, clave en la polinización. Las avispas son más delgadas, ágiles y agresivas, con un comportamiento más territorial.
En ambos casos, las picaduras pueden ser mortales en personas alérgicas, o si se recibe una gran cantidad de ellas en el caso de una persona que no tenga alergias.
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