En la primera ventana del año, Flamengo invirtió solo en un fichaje: pagó 5 millones de euros (R$ 31,2 millones) al Qarabag, de Azerbaiyán, por el delantero Juninho. También se produjo la llegada de Danilo, pero el defensa fichó gratis tras haber terminado con la Juventus, procedente de Italia.
El otro refuerzo de la Era José Boto es el centrocampista Jorginho, que fue contratado en la ventana previa al Mundial de Clubes. También llegó libre tras finalizar su contrato con el Arsenal, en Inglaterra.
En enero, el poco dinero en efectivo dificultó el mercado del Flamengo. Bap, el presidente electo, encontró un club con altas proyecciones de ingresos y ganancias, sin embargo, con un flujo de caja ajustado a principios de año. En el presupuesto realizado por la gestión de Rodolfo Landim, se esperaba comenzar 2025 con solo R$ 3 millones en efectivo.
Ahora la realidad es otra. Flamengo recibió R$ 150 millones en premios por participar en la Copa Mundial de Clubes de la FIFA y otros R$ 160 millones por el traspaso de Gerson al Zenit: el club ruso pagó en efectivo la multa por despido del mediocampista.
A finales de mayo, el Flamengo también selló la venta de Alcaraz al Everton. El club inglés activó la cláusula de opción de compra, que preveía el pago de 15 millones de euros (R$ 96 millones), con la posibilidad de otros 3 millones de euros (R$ 19 millones) en bonos.
Pero un mayor poder financiero no significa necesariamente que Flamengo vaya a gastar por gastar. El departamento de fútbol tiene un presupuesto a seguir, en el que se estipuló el valor de 25 millones de euros (R$ 161 millones) para los fichajes en la temporada. De esta cantidad, hay que descontar los valores de la compra de Juninho y los guantes de Danilo y Jorginho.
En el primer trimestre, la previsión de la dirección de Bap para 2025 fue vender más jugadores que comprar, con el objetivo de normalizar el flujo de caja y alcanzar la meta presupuestaria, cuya recaudación de ingresos estimada es de R$ 1,5 mil millones.
En cualquier caso, la nueva realidad cambia la forma de mirar el mercado del Flamengo, pudiendo buscar jugadores más caros que los que se observaron en la primera ventana. Un ejemplo de ello es la negociación para fichar a Carrascal: la propuesta rojinegra por el centrocampista del Dinamo de Moscú, Rusia, es de 12 millones de euros (77 millones de reales).
Además de un centrocampista que se turne con Arrascaeta, el Flamengo busca un refuerzo para la banda y quiere un delantero "regateador" que pueda abrir defensas.
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