Misa en honor a Santa Filomena este miércoles 8 en Futurista

Para este Miércoles 8 de Enero está previsto realizar un cenáculo en el oratorio de la Virgen de Caacupé ubicado en la estación Futurista, Ruta 5ta. El Santo Rosario se rezará a las 18:30 hs y a las 19:00 hs., la Santa Misa de sanación y liberación que será celebrada por el padre Fabio Francisco, procedente de Douradina, Mato Grosso del Sur, Brasil

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2020-01-07 00:00:00

Será una noche de muchas bendiciones  para las familias

  

Breve Historia de Santa Filomena

Cuando Filomena cumplió  trece años acompañó a sus padres a Roma a visitar al Emperador Dioclesiano, quién les había declarado la guerra. Mientras su padre defendía su causa y denunciaba la injusticia de la guerra, el emperador dijo: "No te angusties más. Tu ansiedad está por terminarse...

Tú tendrás toda la fuerza Imperial para tu protección si aceptas darme a tu hija Filomena como esposa".

Los padres aceptaron, pero ella rechazó la propuesta diciendo que estaba comprometida con Jesucristo desde los once años. Sus padres trataron de convencerla, y cuando fueron a decirle a Dioclesiano su decisión, entonces el ordenó que fuera llevada a su presencia frente al tirano. La recibió con mucha bondad y honor sin obtener nada de ella.

Comenzó a amenazarla, hasta que la encerró en un calabozo, frío y obscuro, bajo la guardia del Palacio Imperial. Fue encadenada de pies y manos y le daban de comer solo pan y agua, una vez al día.

A los treinta y siete días se le apareció la Virgen María con el niño Jesús en los brazos y le habló así: "Hija ánimo, permanecerás tres días más en este calabozo, en la mañana del día cuarenta de tu encarcelamiento, dejarás este lugar de pesares".

También le dijo que sería expuesta a una gran lucha de atroces tormentos, pero que vendría de lo alto la gracia de la fortaleza, y que tendría a su lado a un Ángel que la cuidaría. Estas palabras consolaron y reavivaron en Filomena si ánimo.

Al pasar los cuarenta días, Dioclesiano ordenó que la ataran a una columna para ser azotada cruelmente. Al ver su cuerpo ensangrentado y lleno de heridas, la llevaron otra vez a prisión. Tirada en el suelo y con fiebre, esperaba la muerte. Dos ángeles se le aparecieron a Filomena y con un aceite la ungieron y la sanaron. Al día siguiente, apareció sonriente y heroica ante el tirano, sin ninguna huella de azotes recibidos. Al verla en perfecta salud, trató de seducirla otra vez y ella no aceptó, entonces él le dijo: "Morirás hoy mismo".

Sin comprender como podía soportar tantas pruebas y sufrimientos, soltó la mano de la joven y ordenó que la ataran a un ancla de fierro en el cuello y la tiraran al Rio Tiber.

Arrastrada por la corriente se abrazó a su ancla como Jesús a su cruz y el cielo mandó de nuevo a sus ángeles para que rompieran la cuerda amarrada a su cuello. Sostenida por las alas de un ángel, fue llevada a la ribera, sin que una gota de agua la hubiera mojado. Al ver la gente que estaba segura y perfectamente seca, esparcieron la noticia y muchos se convirtieron a la Fe. El tirano, furioso y desesperado, fritó que todo era magia y hechicería y ordenó que fuera atravesada por flechas y arrastrada por las calles de Roma.

Desfalleciendo mal herida la lanzó nuevamente a la prisión a morir ahí. A la mañana siguiente la encontró sonrosada y alabando a Dios con salmos y cantos, como si nada hubiera ocurrido. Un ángel, sanó su cuerpo, sin dejar huella de las heridas.

Filomena dijo: "Por el mucho amor que tenía a Jesús había deseado tener mil vidas para ofrecérselas.... Una sola vida me parecía poco... Y estaba feliz de sufrir en unión con El. Por eso fuí preservada varias veces de la muerte, y sufrí varias torturas".

El emperador al sentirse burlado e impotente ordenó que dispararan flechas y al ver que estas no salían de los arcos, mandó que las flechas fueran calentadas al rojo vivo en la caldera. Las flechas que iban hacia Filomena se devolvían hacia los arqueros, y seis de ellos fueron atravesados y murieron.

A la vista de un nuevo milagro, mucha gente se convirtió y empezaron a tomar el camino de la Fe en Jesucristo.

El tirano ordenó que fuera decapitada sin más demora.

Fue así como el alma de Filomena voló triunfante y Gloriosa al Cielo. Esto ocurrió el 10 de Agosto, era un Viernes, a las tres y media de la tarde.