La ministra de Justicia, Cecilia Pérez, explicó que las primeras aplicaciones serán instaladas en 15 reos, durante 15 días, lapso en el cual se analizará el funcionamiento y la factibilidad de que se utilice de forma masiva.
“El objetivo es probar cómo funciona el sistema con esta cantidad a los efectos de medir el funcionamiento, el tiempo de reacción ,cuánto se tarda, cuánto se gasta además de estipular un costo aproximado de lo que implica el mantenimiento y cómo ingresaría el sistema para la intervención y decisiones judiciales” seáló.
La prueba piloto no reportará costo alguno para el estado, en el tiempo de prueba, del mismo modo que el monitoreo.
De acuerdo a registros del mercado que oferta el producto, cada pulsera electrónica tendrá un costo aproximado de 300 dólares cada una.