El concejal Celso Kelembú Miranda, fue uno de los que se anotó en la larga lista de críticos de lo que se considera una deshonra para la institución y una provocación a la “moral y buenas costumbres”.
“A estos les falta Stroessner para meterlos al calabozo, pelarles la cabeza, darles purgantes que les provoque diarreas hasta el sangrado, y que aprendan para que sirve el recto”, señaló Kelembú en guaraní, fustigando la provocación con la onda gay.
Otros apuntaron directamente como responsable del “lamentable espectáculo” al intendente Miguel Prieto, quien desde su asunción se declaró abiertamente a favor del proselitismo LGTBI.
“Es una pena que esté pasando esto en una instiitución que en su momento fue una de las mejores a nivel departamental y nacional. Hay que tomar cartas en el asunto, empezando por el director y el intendente, que es el responsable”, declaró por su lado Roberto Romero, ex alumno de la entidad.