El difunto solo tenía puesto un bóxer de color rojo, y tenía varias heridas de bala en la cabeza y de cuchillo. Gran parte del cuerpo estaba quemado.
Por determinación fiscal el cuerpo fue llevado al Centro de Salud de Capitán Bado donde fue revisado por la forense Jane Oliveira, quien diagnosticó como probable causa de muerte destrucción de masa encefálica producido por disparos de arma de fuego.
Se presume que el fallecido sea de nacionalidad brasileña, ya que el personal policial no pudo identificarlo a través del sistema Afis.