La estructura criminal operaba desde una pequeña residencia en el centro de la ciudad de Itauguá, donde acopiaba la droga, cocaína pura y crack, que traían por tierra en el doble fondo de pequeños vehículos desde Pedro Juan Caballero.
Desde este punto, Julián Reinaldo Núñez Benítez se encarga de proveer a los pequeños distribuidores que operan en Central y Asunción. Estos últimos son los encargados de comercializar la droga a los adictos en los principales centros nocturnos y también tipo delivery en los barrios residenciales, según explicaron los agentes del departamento Antinarcóticos de la Policía Nacional.
De acuerdo con los antidrogas, el jefe de la organización criminal, cuya identidad no se tiene aún, estaría afincado en la fronteriza ciudad de Pedro Juan Caballero y desde allí maneja el negocio, explicaron.