Actualmente con 68 años, Amado subió al palco empuñando su guitarra rica y exhibiendo un visual moderno, pero con la misma característica que lo consagró desde sus inicios y aún permanece intacta: el romanticismo y probó que aún es defensor del amor a la moda antigua.
— Aún hay tiempo de salir con mi guitarra y hacer serenata. A alguien aquí le gusta serenata? En cualquier momento puedo estar en su ventana — galanteó el cantor antes de entonar la canción Serenata.
La música Secretaria fue entonada en el bloque de apertura. El clásico de 2001 cuenta con un refrán medio controvertido para los días de hoy: "Secretaria, que trabaja el día entero conmigo/Estoy corriendo un grande peligro/de ir a parar en tribunal/Secretaria, a veces pienso hablar contigo/mas tengo miedo de ser confundido/por un asedio sexual". La vena poética aquí revela su importancia en el trabajo de Amado, aquel toque de música ¨ brega¨. Otras canciones famosas del prolífico cantor, también llevaron una buena dosis de emoción al público, como el clásico ¨ No Hospital, y Princesa.
Para concluir podemos decir que Amado Batista brindó una presentación madura, discreta y concisa, habilidades de quien tiene cuatro décadas de experiencia en palcos.