Según datos oficiales, el 27,8% de la población del Paraguay tiene entre 15 y 29 años, representando más de 1.880.000 habitantes. De este grupo, una mayor proporción reside en el sector urbano (64,4%), y el 25% de la población total de jóvenes de 15 a 29 años es pobre.
En materia de salud las principales causas de la mortalidad juvenil son los accidentes y homicidios, seguido de tumores, muertes asociadas al embarazo, el parto y el posparto.
En educación, las cifras tampoco son alentadoras, en lo que se refiere a la juventud. El 57,8% de la población adolescente y joven no asiste a un establecimiento de enseñanza, y se conoce que son 1.000.000 de adolescentes y jóvenes los que están fuera del sistema educativo.
En Paraguay, el 18,1% de la población adolescente y joven no estudia “ni trabaja para el mercado”, por lo cual el desempleo juvenil es del 9,9%, y casi duplica el promedio nacional (5,3%).
Organizaciones juveniles de Paraguay, que se reunieron el pasado mes de junio en Caacupé, en el Campamento “¡Juventudes YA!” formularon sus demandas para el gobierno, y en este día vuelven a recordarlas con mayor ímpetu, entre las que exigen:
Facilitar la participación juvenil auténtica, en la toma de decisiones; garantizar una educación pública y gratuita, de calidad, laica y con enfoque de género y DD.HH., que incluya una educación sexual integral en la currícula escolar, para la prevención de embarazo, abuso sexual, ITS y VIH; aumento de presupuesto en salud para asegurar el acceso digno para todos los jóvenes y garantías de acceso a información, anticonceptivos, así como medidas concretas para la prevención del embarazo en la adolescencia; y volver a impulsar el proyecto de ley “Julio Fretes’, contra toda forma de discriminación, entre otros reclamos.