Aproximadamente a las 17:00 del martes(03) se confirmó la muerte de Kiko, el gato que se ganó la admiración de muchas personas por su valentía y nobleza.
El felino salvó a su dueña de ser mordida por una serpiente yarará, conocida por ser bastante venenosa. La mujer salió al patio de su casa en la noche del viernes, allí estaba el reptil al que pisó sin darse cuenta. Kiko reaccionó rápidamente y la salvó, pero él recibió tres mordeduras de la yarará.
“El veterinario no sabía cómo es que todavía estaba vivo”, contó en contacto con Última Hora, Guido Coronel, rescatista de la Fundación Maris Llorens.
Lamentó que por problemas económicos la familia no pudo comprar un antídoto que había que aplicarle de inmediato al gato ese viernes y cuyo costo es de G. 450.000. La fundación, al enterarse del caso, logró cubrir los gastos, pero ya fue demasiado tarde. Kiko estuvo internado desde el lunes en una clínica veterinaria de Asunción.