Quedaba poco tiempo para el final del encuentro y esa conquista fue como el sonar del despertador para General Díaz, que usó en forma los trece minutos que le restaban.
Y así, a los 82’ se daba la paridad tras una buena maniobra de Sergio Bareiro, quien en diagonal desparrama a la defensa rival para acomodar lejos de las manos del portero tricolor.
El empate poco y nada ayuda a ambos. Sobre todo a General Díaz, que padece el mal del promedio que lo envuelve en su sombra.
No tanto así a Nacional, que más bien tiene cuentas pendientes consigo mismo en el aspecto de volver a ser ese equipo forajido que metía miedo en cada partido y se asomaba como serio candidato, carátula que hoy está lejos de quedarle perfecto.