El crimen entre internos en el penal de San Pedro, donde murieron 10 reclusos del clan Rotela y más de 30 resultaron heridos, reveló la existencia de una granja VIP ubicada al lado mismo del establecimiento penitenciario.
La fiscal Dominga Benítez confirmó a la C9N que en prosecución de la investigación del sangriento caso ocurrido anoche, sorprendieron a cuatro internos en la construcción ubicada en inmediaciones de la cárcel. Manifestó que llamó la atención que en el sitio no había guardiacárceles que los estén custodiando y que además los reos estaban acompañados de sus respectivos familiares.
Los internos que estaban allí fueron identificados como Tranquilino Giménez y Diego Britez Aranda, ambos condenados por posesión y tráfico de sustancias ilegales, y Ramón Benítez, por homicidio doloso. Y otro cuarto cuya identidad aún no fue dada a conocer. A raíz de la irregularidad, los mismos fueron reintegrados al penal y sus familiares enviados a la comisaría primera de San Pedro.
Los citados habían sido beneficiados con una medida judicial para poder estar allí, ya que en el predio fue encontrada una resolución firmada por el juez de San Pedro, Néstor Arévalo (actual presidente del club Deportivo Santaní).