Tres balazos le perforaron la espalda y los otros dos la cabeza. El autor de los disparos desapareció de inmediato y de acuerdo a la pericia forense el arma utilizada fue un revólver calibre 38.
Vecinos del ahora difunto encontraron su cuerpo hallaron el cuerpo en el lugar y accionaron a los del SIG (Sector de Investigaciones Generales) de la Policía Civil, que después de los primeros trabajos encaminaron el cuerpo al IML (Instituto Médico Legal) de Ponta Porã.
La policía sospecha que la víctima pudo haber sido ejecutada en horas de la mañana la mañana, debido al estado en que encontraron el cuerpo.