Mientras, otro grupo mayor no se manifestó con relación a los salarios, equipos como Rubio Ñu, Deportivo Santaní y Deportivo Capiatá tuvieron que pagar fraccionados, primero a jugadores, después cuerpo técnico y último, a los empleados.
El torneo tenía que empezar el pasado 21 de marzo, pero la pandemia lo postergó. El presidente de la División Intermedia, el sanlorenzano Víctor González, dijo a La Nación que la APF cumplió con lo que le corresponde.
Algunos clubes están gerenciados y cumplieron con lo pactado. Otros, aún así se olvidaron de sus empleados en plena Semana Santa.
El 3 de Febrero de CDE abonó salario solamente a los jugadores, no así al cuerpo técnico y empleados.
Guaraní de Trinidad cumplió con todos, pese a ser uno de los “nuevos” en la división. Tacuary, Ameliano y Resistencia también están al día.
De hecho, hay un malestar justificado de algunos sectores de cuerpo técnico, futbolistas, tanto experimentados como juveniles, así también de los otros empleados.
Algo sí está bien claro, la APF cumple con ellos pese a no haber comenzado el torneo, que se denomina “Cincuentenario del Club 3 de Febrero de CDE y Homenaje al señor Miguel Cañete”, extinto ex vicepresidente del club Rubio Ñu del barrio Santísima Trinidad.
La pelota está en la cancha de los directivos de cada club, que deberán buscar la manera de cumplir con todos, en la medida que se pueda.